La moneda, que estaba entre las 10 primeras en términos de capitalización a principios de mayo, se desplomó de 80 dólares a 0,5 dólares por unidad en un día.
Antes del colapso de la moneda, uno de sus principales inversores puso a la venta el UST, la moneda de Terra, el proyecto emisor de LUNA, por unos 300 millones de dólares. Esto provocó el pánico en el mercado y el tipo de cambio de la moneda se desplomó considerablemente. Los intentos de la administración del proyecto por salvar la situación poniendo en venta todos los activos que aportan valor a la moneda UST no sirvieron de nada. Tras lo sucedido, la administración del proyecto decidió realizar una bifurcación dura para la red LUNA y ofrecer monedas «sustitutivas» a los poseedores de las mismas. Sin embargo, su precio también está bajando.
Las autoridades surcoreanas investigan ahora a uno de los empleados de Terraform Labs, la empresa emisora LUNA. Al parecer, la investigación fue impulsada por las quejas colectivas sobre las prácticas fraudulentas del proyecto por parte de 81 inversores. La empresa dijo que la caída de la moneda no fue un fraude ni un intento de manipular el precio de la misma.
Las reclamaciones contra el emisor no terminaron con los inversores. Un mes después de la caída de la moneda, se presentó una demanda colectiva en el Tribunal del Distrito Norte de California contra la filial estadounidense de la bolsa de criptomonedas Binance. Según el documento, los demandantes creen que UST y LUNA cotizaban en bolsa como valores no registrados, lo que violaba las leyes federales de Estados Unidos. Aunque en Estados Unidos aún no se ha decidido qué tipo de activo es la criptomoneda y qué leyes se le aplican, la demanda ha sido aceptada para su revisión. Entre otras cosas, afirma que el criptointercambio anunciaba Terra Coins como activos respaldados por moneda fiduciaria con un alto grado de seguridad, lo que engañó a los inversores y les hizo perder su dinero. Se destaca que los demandantes están indignados por la colocación de las monedas LUNA mejorados después de su bifurcación en Binance. Reclaman a la bolsa una indemnización por daños y perjuicios, comisiones comerciales y honorarios de abogados, así como los gastos de los representantes oficiales. Los expertos no hacen predicciones claras sobre el resultado de la demanda: por un lado, el tribunal puede dictaminar que los inversores están equivocados porque invirtieron voluntariamente en las divisas y los demandantes tendrán que redirigir sus energías a nuevos casos judiciales; por otro lado, el tribunal puede estimar la demanda porque la bolsa ya ha estado implicada en casos muy sonados de blanqueo de miles de millones de dólares.
Recordemos que LUNA, parte del ecosistema Terra que creó un espacio único para las monedas fiat y las monedas blockchain, era una moneda adicional de UST. En cuanto el precio de este token, también propiedad de Terra, era inferior a un dólar, el sistema emitía automáticamente monedas LUNA, que se cambiaban por stabelcoins hasta que el precio se estabilizaba en un dólar. El ecosistema se basaba en el algoritmo Proof-of-Stake, que premia a los usuarios que tienen más monedas y no las venden. Este método de ganancia pasiva, también llamado staking, es exactamente lo contrario de la minería. Es imposible crear nuevas monedas: su cantidad ya ha sido determinada por sus creadores.