La inestabilidad económica en los mercados financieros y de criptomonedas está provocando el pánico de los inversores. Esto hace que la criptospiral se estreche aún más, prometiendo ser una de las mayores crisis de la industria en los últimos años.
El bitcoin, que el 13 de junio alcanzó su cotización más baja desde diciembre de 2020, sigue cayendo. Las nuevas políticas de la Reserva Federal de EE.UU. (flexibilización cuantitativa, es decir, el fin del rescate de diversos activos por parte de la autoridad reguladora, que antes servía de apoyo al mercado) y la subida de los tipos de interés en Estados Unidos se consideran las causas. El colapso de la moneda LUNA y los intentos de los inversores de retirar sus fondos, que fueron infructuosos, no podían dejar de afectar al tipo de cambio. La confianza en la moneda estable, de la que LUNA era el instrumento de apoyo, se desvaneció y luego decayó por completo. La capitalización total del mercado de criptomonedas se desplomó hasta un billón de dólares; perdió el 20% de su valor total en pocos días.
Tras el desplome del BTC, las principales bolsas como Celsius y Binance han suspendido en principio los retiros y otras transacciones de criptodivisas, o los retiros en bitcoins. Algunos expertos creen que los intercambios de criptodivisas están impidiendo el retiro de bitcoins porque no tendrían la liquidez para proporcionar ese retiro. La liquidez en este caso son fondos libres que pueden ser redirigidos a un activo en cualquier momento o retirados a monederos de terceros, cobrados, etc. La imposibilidad de retirar el bitcoin ha hecho que su tipo de cambio caiga aún más rápido, lo que ha llevado a Etherium (menos 17%) y Binance Coin (menos 14%). Otras criptodivisas, como XPR, Dogecoin, Solana y Polkadot, cayeron un 25-33%. La moneda de la plataforma Celsius ha bajado un 50%. Algunas transacciones simplemente se atascaron debido a las bajas tasas de transferencia y a la incapacidad de validar la acción por parte de los mineros. Los grandes inversores como El Salvador, que invirtió en bitcoin parte de su presupuesto nacional, o Tesla, que en su día compró 40.000 bitcoins perdieron miles de millones de dólares.
¿Qué es lo siguiente para las criptomonedas? Hasta el momento, no se vislumbra el fin de las caídas récord: los precios minoristas están alcanzando nuevos máximos en todo el mundo, la inflación no baja y la apreciación de la moneda fiduciaria afecta inevitablemente a las monedas de blockchain. Los mercados de renta variable tampoco lo están haciendo bien, ya que las principales empresas estadounidenses han perdido valor, lo que ha provocado la caída de los índices de esos valores y ha sembrado el pánico entre los inversores de fondos cotizados y otros instrumentos de seguimiento de índices. Los especialistas esperan una subida de los tipos de interés, vendiendo activos. Se están deshaciendo las posiciones de margen, se está volviendo a pedir prestado y el sentimiento general del mercado se está convirtiendo, lenta pero inexorablemente, en un deseo de aguantar la tormenta y no perder el dinero que han acumulado. Esto no sólo es cierto para los inversores individuales no cualificados, sino también para los fondos de todos los tamaños.